Yousef Masaad es un hombre fuerte, de voz grave, pero no oculta su emoción cuando narra la situación que están atravesando los cristianos actualmente en Siria. Asegura que muchos se han ido del país debido a la violencia, pero que además sufren especialmente los ataques de los fundamentalistas islámicos que han puesto su objetivo en los bautizados, así como en otras minorías religiosas.
“1.500 iglesias han sido destruidas, con lo que eso significa, no sólo el ataque a la fe, sino la destrucción de la cultura y la riqueza histórica de nuestro país”, reconoce Masaad, que no duda en afirmar que al menos la mitad de los cristianos ya se han ido del país. Él es uno de ellos, hace dos años y medio finalmente salió de Siria, poco después de la toma de Maalula por grupos yihadistas. “Secuestraron a mi hermano y me hice cargo de las negociaciones. Nos pedían un millón de dólares, si no, cada día nos iban a enviar un trozo de su cuerpo”.
Maalula es un pequeño pueblo enclavado en mitad de un desfiladero, de apenas 15.000 habitantes, la mayoría de ellos cristianos. Cuenta con 9 iglesias. “Desde mi casa podía verlas todas: San Sergio, San Elías, Santa Tecla, San Sergio, San León, San Jorge, San Tomás, San Sabaz y Santa Bárbara. Ahora está destruida”. El pueblo fue recuperado por las tropas gubernamentales, pero muchos no quieren volver. Dista apenas 60 kilómetros de Damasco, pero lo que antes suponía 50 minutos en autobús, ahora hay que dar un rodeo de unas tres horas para esquivar a los grupos rebeldes. No hay seguridad y todo se ha encarecido.
“Nuestra fe ha sobrevivido durante cientos de años, a pesar de las numerosas persecuciones. Pero vamos a perder la fe si no se alza la voz alto”, lamenta Yousef Masaad. Este cristiano sirio asegura que mucho musulmanes se han radicalizado de forma rápida, “nuestros vecinos musulmanes fueron los primeros en aliarse con los yihadistas.” Yousef consiguió que su hermano fuese liberado con vida, otros muchos han perdido a muchos familiares. La guerra de siria ya se ha cobrado la vida de cerca de 500.000 personas.
“1.500 iglesias han sido destruidas, con lo que eso significa, no sólo el ataque a la fe, sino la destrucción de la cultura y la riqueza histórica de nuestro país”, reconoce Masaad, que no duda en afirmar que al menos la mitad de los cristianos ya se han ido del país. Él es uno de ellos, hace dos años y medio finalmente salió de Siria, poco después de la toma de Maalula por grupos yihadistas. “Secuestraron a mi hermano y me hice cargo de las negociaciones. Nos pedían un millón de dólares, si no, cada día nos iban a enviar un trozo de su cuerpo”.
Maalula es un pequeño pueblo enclavado en mitad de un desfiladero, de apenas 15.000 habitantes, la mayoría de ellos cristianos. Cuenta con 9 iglesias. “Desde mi casa podía verlas todas: San Sergio, San Elías, Santa Tecla, San Sergio, San León, San Jorge, San Tomás, San Sabaz y Santa Bárbara. Ahora está destruida”. El pueblo fue recuperado por las tropas gubernamentales, pero muchos no quieren volver. Dista apenas 60 kilómetros de Damasco, pero lo que antes suponía 50 minutos en autobús, ahora hay que dar un rodeo de unas tres horas para esquivar a los grupos rebeldes. No hay seguridad y todo se ha encarecido.
“Nuestra fe ha sobrevivido durante cientos de años, a pesar de las numerosas persecuciones. Pero vamos a perder la fe si no se alza la voz alto”, lamenta Yousef Masaad. Este cristiano sirio asegura que mucho musulmanes se han radicalizado de forma rápida, “nuestros vecinos musulmanes fueron los primeros en aliarse con los yihadistas.” Yousef consiguió que su hermano fuese liberado con vida, otros muchos han perdido a muchos familiares. La guerra de siria ya se ha cobrado la vida de cerca de 500.000 personas.
Fuente: www.ain-es.org