El 1 de enero en ocasión de la Jornada Mundial por la Paz, el Patriarca Mar Ignatios Aphrem II, Primado de la Iglesia siro-ortodoxa, presidido una oración ecuménica por Siria en la Catedral siro-ortodoxa de Efrén en Alepo.
En esta iniciativa de oración común, además de los obispos y sacerdotes de la Iglesia siria-ortodoxa, también participaron el Obispo maronita Mons. Joseph Tobji, el Obispo caldeo Mons. Antoine Audo, e Ibrahim Nseir, de la Iglesia Evangélica Árabe.
El Patriarca, los obispos y todos los presentes han rezado juntos por la paz en Siria y por el fin de la violencia.
En la oración, señala la agencia vaticana Fides, rezaron por el retorno a sus hogares de los dos metropolitas de Alepo desaparecidos en abril de 2013, el greco ortodoxo Boulos Yazigi y el sirio ortodoxo Mar Gregorios Yohanna Ibrahim.
En Siria aún continúa la frágil tregua alcanzada el 30 de diciembre con la mediación de Rusia, Turquía, con apoyo de Irán, en la que no intervino el Estado Islámico.
Esta tregua se ve amenazada por hechos terroristas como el reciente atentado en un conocido bar de Estambul en Turquía, donde murieron 39 personas: y el asesinato hace un par de semanas del embajador de Rusia en Ankara, perpetrado también por terrorista islámico.
La paz en Siria es una de las principales preocupaciones del Papa Francisco. La guerra en el país ha cobrado la vida de cientos de miles de personas y ha dejado a millones de desplazados.
En septiembre de 2016, el Santo Padre recordó a la comunidad cristiana en Medio Oriente “que sufre las consecuencias de la violencia y miran con temor el futuro”.
“En medio de tanta oscuridad, estas Iglesias mantienen alta la lámpara de la fe, de la esperanza y la caridad. Ayudando con coraje y sin discriminación a quienes sufren y trabajando por la paz y la coexistencia, los cristianos de Medio Oriente son hoy signo concreto de la misericordia de Dios. A ellos va la admiración, el reconocimiento y el sostenimiento de la Iglesia universal”, expresó Francisco.
Fuente: www.aciprensa.com